DUBERNEY RAMÍREZ OSPINA

La muerte nos sacudió
arrancándote de nuestro lado,
joven de mirada triste,
de sonrisa frecuente
y de historias sorprendentes.

La sociedad no pudo esclavizarte.
Luchaste por la libertad
y le apostaste al amor.

Viviste como un gitano,
fuiste todo un señor.

Recordado en cada momento,
aunque eres el menor,
eres el hombre de la casa.

Eres el bebé amado de mamá
y el consentido de tus hermanas.

Muchacho de mirada triste,
fuiste amado y amaste.

En tus sueños y en tus juegos
todos pudimos ver
que eras un niño todavía.

Dejaste un hondo vacío
se siente un intenso dolor
tan grande como el amor
desolado por tu partida.

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